Los cambios de hábitos asociados al verano, especialmente durante nuestro periodo vacacional, pueden provocar un mayor riesgo de sufrir caries y erosión dental, sobre todo por el consumo de bebidas carbonatadas, el descuido en el cepillado y el contacto con el cloro de las piscinas.
Relación entre bebidas azucaradas y caries
La llegada del verano suele conllevar un cambio en la dieta marcado por un mayor consumo de carbohidratos, dulces y bebidas azucaradas. Un estudio reciente relaciona la elevada ingesta de hidratos de carbono con un mayor riesgo de padecer caries en los niños. Los resultados revelaron que el desequilibrio nutricional está asociado a un mayor consumo de azúcar simple y al riesgo de caries dental. Otro estudio de la Universidad de Valencia publicado en marzo en la revista European Journal of Paediatric Dentistry establece una correlación entre un consumo frecuente de bebidas azucaradas y el aumento de lesiones de caries tempranas.
