Los dentistas colaborarán en la promoción y cuidado de la salud cardiovascular

  • La SEPA y la SEC ponen en marcha un curso online pionero en Europa para mejorar la promoción de la salud cardiovascular desde la consulta del dentista.

Cada vez es mayor el número de evidencias que relacionan las enfermedades bucodentales, caso de la periodontitis o ‘enfermedad de las encías’, con las patologías cardiovasculares. Por ejemplo, ya se sabe que la bacteria ‘Porphyromonas gingivalis’, además de causar directamente la enfermedad periodontal, altera la expresión génica de las proteínas implicadas en la activación de la inflamación y, por tanto, en el desarrollo de la aterosclerosis. Tal es así que, de manera similar a como ocurre con la diabetes, la consulta del dentista se presenta como un lugar idóneo para promover la salud cardiovascular e, incluso, para detectar a las personas en riesgo de desarrollar una enfermedad cardiovascular o que, sin saberlo, ya la padecen. Por ello, la Sociedad Española de Periodoncia y Osteointegración (SEPA) y la Sociedad Española de Cardiología (SEC) han puesto en marcha, con la participación de la Fundación SEPA de Periodoncia e Implantes Dentales, la Fundación Dental Española (FDE) y la Fundación Española del Corazón (FEC), un curso online para formar a los dentistas de todo el país sobre cómo promover la salud cardiovascular en la consulta dental. Una iniciativa pionera no solo en España, sino en toda Europa.

Como explica Blas Noguerol, patrono de la Fundación SEPA, en una clínica dental media se podría detectar al menos un paciente diabético no diagnosticado al año y entre dos y cuatro prediabéticos. Además, se podrían detectar unos tres pacientes hipertensos no diagnosticados o inadecuadamente controlados. Esto refleja el papel del dentista como agente clave en la detección del riesgo cardiovascular.

No en vano, como recuerda Manuel Anguita, presidente de la SEC, la consulta dental no deja de ser, salvando las diferencias, una especie de servicio de Atención Primaria de Salud, al que acuden personas sanas con problemas bucodentales y también otras que, muchas veces sin saberlo, presentan alteraciones de salud que van más allá de la cavidad oral. De hecho, los dentistas pueden jugar un papel similar al que tienen los médicos generales en lo que respecta a la labor de prevención y detección de enfermedades.